luns, 7 de febreiro de 2022

AS ROLADAS.

   13/08/1922. Heraldo de Galicia. (1)
 
   Galicia ya entró de lleno en la era de su reconstitución y engrandecimiento. Estamos en los dias más interesantes de nuestra Historia. Por todas partes surgen nuevos brotes de fecundo galleguismo. Tiene tal fuerza el nuevo avance que ya alcanzó a algunos de los que más lejos parecían estar. Esto ha de convencer a los más incrédulos de que en Galicia el Nacionalismo y el Agrarismo unidos, aunque cada uno por su lado, están haciendo la revolución mas honda y más grande que pudiera sospecharse. Y que la victoria es de ellos.

   Ya son varias las publicaciones escritas en gallego que ven la luz en nuestra tierra. Son varias
y de las mejores. No ya en el texto, que, por ser cosa nueva, y de plumas brillantes, tenía que
suceder. En el papel, en la impresión, en la factura. En todo. <<Nos>> y <<Céltiga>> aventajan a muchas publicaciones de España que hasta hoy se tenían como lo mejor. Galicia empieza a hacer sombra a Madrid. Por eso estas revistas son merecedoras de todo nuestro apoyo y cariño.

   Y es ahora, al mismo Madrid adonde Galicia, por su más alta representación poética y enxebre, por el gran Cabanillas, va a plantar su bandera de lucha redentora. Esta bandera lleva un nombre lleno de poesía, como todos los que concretan el romanticismo seductor de los grandes hechos: <<As Roladas>>. Roladas significa, en nuestro idioma, bandadas de pajaritos nuevos que dejan el nido para tender, por vez primera, sus tiernas alas en el azul luminoso.

   Nada más sugestivo ni más apropiado. Seremos todos pajarillos ensayando el santo vuelo de
nuestra libertad. . . y el ser águilas para defenderla.

   La Revista, en este caso, no es lo más importante. Lo que principalmente se busca es que en
cada pueblo, en cada villa y en cada aldea de Galicia haya un grupo de personas que se junten
y constituyan una sociedad (rolada) donde se ame a Galicia en el corazón, en las palabras y en
los hechos. Y cada rolada (llamémoslas ya por su nombre) debe procurar adquirir datos de orden cultural en nuestra Tradición en nuestra Historia y en nuestra Leyenda, para publicar en <<As Roladas>>. No hay que decir lo importante que esto es ni lo que de éllo se deriva.

   El manifiesto que dirigió Cabanillas (una de sus páginas más hermosas, más sentidas, más conmovedoras) a los gallegos, lo firman con él, Castelao, Fernández Flores, Rico, el Marqués de Figueroa, Leonardo Rodríguez, Prudencio Rovira, Pórtela Valladares y Antonio Palacios.

   Algunas de estas firmas es posible que infundan sospechas a algunos . Hay su motivo . . .Pero
el hecho de que vengan avaluadas por las de Cabanillas, Castelao, Fernández Florez y Risco, es prometedor de algo bueno. Se puede abrir el pecho a grandes esperanzas.

   ¿Será arrepentimiento de cosas pasadas en estos señores o será una previsión de lo que pueda pasar? Cualquiera de estas dos cosas que sea es para felicitarse del hecho. No por el valor que pudieran dar, aunque fuese mucho. Por la significación de la actitud. Por la ejemplaridad. Y aun por lo que pueda ilustrarnos... ¿No creéis que alguno de estos señores, cuya delicadeza de espíritu no puede negarse, habrá sentido repugnancia a ciertas cosas que la realidad política de nuestro país, de Galicia, le haya obligado a hacer, si quería conservar su puesto? Y no creéis que estaría deseando la ocasión de desprenderse de aquella tiranía y aun derribarla para siempre? Nada tiene de inverosímil.

   En estas cosas he pensado muchas veces. Siempre que he visto que, por un error de táctica o por la fuerza del tópico, no hacíamos más que hablar mal de los caciques y culparlos denuestro atraso. Me preguntaba yo: <<¿Pero es que en Galicia sólo hay caciques? Caciques de verdad, macizos, quizás no haya un cíento. ¿Y no somos los gallegos cientos de miles? Estamos haciendo el ridículo." Murmurábamos del cacique creyendo así combatirle>>.

   Y una cosa es murmurar y otra cosa, bien distinta, es combatir. Si en vez de esto hiciésemos ver al pueblo que él tenía la culpa de que hubiera caciques y que podía barrerlos cuando quisiera, es posible que las cosas estuviesen de otro modo. Pero se le enseñó a quejarse y a sufrir, en vez de adiestrarlo en la lucha. Y llegó a lo que llega el alma humana en estos casos : a recogerse, a concentrarse en sí mismo. Inerte, sin voluntad, desconfiado. Hizo de sus cuitas el cariño de su vida, como hacemos todos con las ilusiones muertas. Hasta nuestra literatura se dejó arrastrar por este gran defecto. En tales condiciones no era posible que ningún político pudiese tener un gesto de alta ciudadanía. Se encontraba solo.

   Del gran Cabanillas, que redactó el manifiesto, son estas palabras bellísimas. Se refiere a todo el que figure en <<As Roladas>>:
 
...<<non fará nunca traición nin o amigo nin o enemigo; axudará a erguer o que caía e porá
en camiño o que non seipa onde se alcontra. . . >>

   Y en este mismo periódico, este pasado febrero decía yo: <<Démonos la mano todos los que sintamos el santo deseo de ir en pos del mañana redentor de nuestra amada tierra. Sin odios, sin malquerencias para nadie. Es obra que requiere amplitudes generosas y tolerancia fecundas>>.

   El pensamiento es el mismo. No sé qué dirán ahora algunos amigos míos que me habían reprendido cariñosamente aquellas palabras cordiales.

Sea bienvenido el nuevo refuerzo y dispongámonos todos a cumplir como buenos. Nada de cizaña ni de rencillas. El ejemplo es el mejor predicador. Aunque veáis que otros siguen camino distinto, no os inquieteis demasiado. Es posible que al fin coincidamos y nos encontremos en la misma ruta".

                                                           José LESTA MEIS.
 
(1)_ Heraldo de Galicia: periódico Consagrado a los Intereses del Pueblo Galiciano y Paladín de la Colonia Gallega en Cuba.


¡Si fuésemos africanos!

   
   13/08/1922. Heraldo de Galicia. (1)

   "Según Costa — Costa habla en europeo, pues quería, ¡malpocado!, europeizar a España — es mal negocio ser español.

   En efecto, es un negocio detestable la condición de la nacionalidad hispánica para entrar en el mundo civilizado; en Europa o en América.

   Parodiando a Costa en sentido español, puede afirmarse que es un negocio ruinoso el ser gallego dentro de España. Y aun puede irse más allá, puesto que es preferible ser súbdito del Majzen a ser natural de Galicia.

   Aclaremos este último punto. Nosotros, los celtas, los gallegos, somos la raza selecta de la Península ibérica. Tan así que insconcientemente, sin reconocerlo en expresión pero con reconocimiento tácito, España entera tiene a los gallegos en primera categoría. Los políticos más sutiles son nacidos en el solar celta. Los mejores artistas, los más exquisitos poetas, la dilección de los pensadores en Galicia nacieron. Y si piensan, hablan y creen en castellano o
en español, no es porque estén compenetrados íntimamente con Hispania o con Castilla, sino porque su temperamento de adaptables y sus conveniencias personales les hicieron entregarse al enemigo de Galicia.

   España, que no ha sabido colonizar nunca, en ninguna parte, tuvo habilidad bastante para desgalleguizar a Galicia. A fuerza de coacciones, de persecuciones y de dádivas, el espíritu domador de la meseta se adueñó del tesón de Breogán. Y hasta que unos poetas primero y unos apóstoles después — todo ello reciente — se empinaron sobre las crestas de nuestras montañas para decirles a los gallegos, que Galicia es nación, la hegemonía española tuvo tal
arraigo que incluso llegó a considerar inculto el idioma galiciano. España, para avasallar a Galicia, no vaciló en la pretensión de sepultar al idioma que es madre del idioma oficial del Estado español. 

   Mas los tiempos, gracias a los poetas precursores y a los apóstoles actuantes, han cambiado radicalmente. Tan definitivo es el cambio que hoy no existe un galego consciente de su personalidad étnica que no esté convencido del mal negocio que significa la condición de gallego dentro del Estado hispánico.

   Por que los gallegos ven que incluso el ser africano del Riff, constituye ventaja sobre la cualidad de gallego. Como no somos leídos, los naturales de esta tierra advertimos que a los hombres que son partidarios del Abd-el-Krim y del Raisulí se les trata por el Estado español mejor que a los hijos de Galicia.

   La literatura española califica de rebeldes a los que forman en las jareas enemigas africanas. Y esa misma, literatura declara que en obras públicas se invierten cantidades fabulosas para beneficiar materialmente, a los llamados rebeldes.

   El estado llano español — y con el estado llano los gerentes del Estado — tienen a los gallegos por sumisos, por entregados. Y como a sumisos y a entregados se nos trata. Y al tratamos así, no solo se nos befa, sino que se nos roban ventajas y mejoras a las que tenemos pleno derecho.

   ¿Que por qué no se ha dictado la ley de abolición de foros? ¿Que por qué se persigue, sañudamente, a las organizaciones agrarias. Que por qué no se arregla el puerto de Vigo? ¿Que por qué no se resuelve en Madrid — qué resolver!, ni siquiera se intenta la
solución de ninguno de los grandes problemas que afectan a la vida de Galicia?

   Pues, sencillamente, porque en la tierra celta no aparece el Abd-el-Krim o el Raisulí que exija, airadamente, justicia al Estado español.

   Desde Xan das Mariñas y el mariscal Pardo de Cela acá — ¡vaya un salto secular! — no ha habido en Galicia un latido violento de personalidad nacional. Y es por eso por que, dentro del Estado español, se cotiza mejor la condición de africano enemigo que la de gallego adicto".

                                                                                          Manuel LUSTRES RIVAS 

(1)_  Heraldo de Galicia: Periódico Consagrado a los Intereses del Pueblo Galiciano y Paladín de la Colonia Gallega en Cuba.