xoves, 20 de xaneiro de 2022

Loran de Gontán

  

   Era o ano 1973 cando, procedentes da súa natal Pontenova, viñeron a vivir e fixar a súa residencia en Gontán o matrimonio formado por María Rancaño Fernández e José López López; fixérono despois de tomar a decisión de adquirir a antiga fábrica de queixos do Leal.
   As primeiras sílabas dos dous primeiros apelidos do matrimónio,"LORAN", puxeron o nome a empresa que hoxe continúa facendo productos lácteos en Gontán, barrio da parroquía de Abadín; ainda que noutro sitio distinto a onde foran os seus inicios. 
   E tamén, foi o matrimonio quen deu coa frase do famoso slogan identificativo da empresa "Con pan e sin pan, coma queixo Loran".
 
   05/02/1989. La Voz de Galicia.
   "La fábrica de Abadín tendrá una capacidad para producir 80.000 yogures al día.
 
   Una empresa luguesa, someti­da a una profunda transfor­mación como es «Lácteos Lo­ran» de Abadín, va a poner yogur en el mercado, dispo­niendo para ello de una capa­cidad de producción que pue­de alcanzar las ochenta mil unidades diarias. La transfor­mación de esta industria, que pronto inaugurará sus nuevas instalaciones, viene dada por la gran demanda que ha expe­rimentado en los últimos años, un producto lácteo tan exqui­sito como es el yogur, que enla actualidad llega en exclusiva a esta provincia de fábricas fo­ráneas, con todo el mercado virgen, desde que cerró sus puertas por causas ya conoci­das, «Yogur Rueda» de Lugo, industria pionera, dedicada a esta especialidad.
   La puesta en el mercado por parte de Loran (López Rancaño), coincidirá con la entrada en funcionamiento de la nueva planta de productos lácteos, cuya obra civil ya está completamente construida , y lo mismo hay que decir de sus complejas instalaciones, que con unas grandes inversiones, permitirán un ambicioso reto para hacer frente a la cada día más exigente demanda comer­cial, pero al mismo tiempo res­petando la habitual peculiaridad artesanal.

   En la actualidad, la propie­dad de Loran, una familia que adquirió hace dieciséis años una antigua fábrica de quesos, en Gontán, localidad del mu­nicipio de Abadín, procede a realizar las correspondientes pruebas para sacar un yogur diferenciado, pero que conlle­ve el «sello» de calidad garan­tizada. «Lo que no vamos ha­cer es lo que ya está hecho», reconoció un portavoz de esta industria, que con respecto a la producción, aclaró que aun­que la capacidad de la planta es de ochenta mil yogures dia­rios, su intensidad vendrá da­da por la demanda de un mer­cado, afortunadamente en au­ge, pero muy competitivo por las circunstancias conocidas.

   Nuevas instalaciones.
 
   Como queda reflejado, hace unos dieciséis años, López Rancaño ha adquirido la anti­gua fábrica Leal, situada en lu­gar inmediato al recinto de la feria de Gontán, que está a punto de cubrir una brillante etapa. Sin embargo, su recon­versión obedece a una serie de exgencias, puesto que sus insta­laciones se quedaron caducas.

   Para adaptarse a esas exi­gencias, Loran acometió una obra, en una zona próxima a la actual fábrica, que trajo consigo inicialmente una gran infraestructura, debido a que el terreno elegido era muy fan­goso debido a las grandes cre­cidas. Para superar esta situa­ción, fue preciso realizar un gran relleno, y a renglón segui­do levantar los edificios de la nueva fábrica, que ya puede divisarse en toda su magnitud desde la CN-634, de Santander a Vilagarcía de Arousa, que atraviesa Abadín. En su exte­rior, imperan los colores ban­co y verde, colores por cierto
peculiares de esta empresa, que desde la primera etapa fueron empleados en el etique­tado de su variada gama de productos o por la flota de ca­miones.
   Igualmente procediern a las acometidas de los servicios eléctrico y telefónico, por me­dio de canalizaciones subterrá­neas. Las salas de laboratorio, enfriado, higienización, pas­teurización, homogenización, etcétera, se configuran en un amplio y funcional complejo,utilizándose maquinaria, prác­ticamente de todo Europa, que llegó a Abadín, desde países nórdicos, o desde el vecinoPortugal, no faltando tampoco las de patente española.

   Dieciocho empleados.
 
 
   Loran tiene actualmente una plantilla de dieciocho em­pleados, y en su inicial anda­dura, que dura más de 16 años, nunca se redujo perso­nal. En estos momomentos, la demanda de queso es grande, porque todo parece indicarque cada día se consume más. Los tiempos en que el queso tenía una extraordinaria de­manda en verano, con bajas espectaculares en invierno, parece que son de tiempos pasa­dos. Lo único que puede ocu­rrir es que posiblemente en el
verano se aprecie un descenso de consumo en las localidades de interior
incrementándose
en las costeñas, todo ello pro­piciado por ese flujo que aca­rrea el turismo.

   Los productos que elabora Loran son el queso gallego, con tipos pequeño y grande, el de barra, el de tetilla, y no fal­ta tampoco el requesón. Es es­te último un producto, que merece un tratamiento espe­cial, aunque a modo general debe decirse que esta gama puede adquirirse en numerosas tiendas de aldea, en supermer­cados o en grandes superficies.
Y es que uno de los éxitos de Loran, según reconoció la mis­ma propiedad, ha sido el de «patear» los distintos pueblos para encontrar un mercado, que tiene su cancha primodial en la comarca y en la provincia, pero que también mira al occidente asturiano y a grandes poblaciones gallegas. Todo ello, casi coincide presa­mente con los puntos de reco­gida de la leche, otro proceso fundamental de una industria láctea.
   Con respecto al requesón, señalar que es un derivado lác­teo, que tradicionalmente era realizado en las propias casas. Se trata de un postre para ce­rrar cualquier comida familiar
o social, principalmente en la zona norte de la provincia, que afortunadamente aún se conserva.
   Calidad precio y demanda. 
  
   En esta fábrica de Abadín se sigue elaborando el queso gallego con la misma calidad que en su fase inicial, según comentó la propiedad. Sin embargo, lo que ha cambiado sobremanera es el precio. Hace unos dieciséis años, un kilo de queso era vendido al público en las tiendas a 120 pesetas, mientras que en la actualidad puede alcanzar de 800 a 900.
   Y es que, a modo de ilustración, conviene recordar que para elaborar un kilo de queso se necesitan diez litros de le­che, artículo básico para todas las especilidades que se ela­boran en esta planta de Abadin, que en la actualidad es la única de la provincia de Lugo que tiene en lugar preferente la producción del requesón y muy pronto del yogur, cuya expansión y adecuación a todas las exigencis de un país propio de la Comunidad Económica, redundará en benefi­cio de toda la comunidad de este municipio chairego y al mismo tiempo montañoso, por lo que una industria de este tipo tiene un fondo económico y social de gran magnitud".