O Jesús do Pablo foi un veciño de Labrada que faleceu en maio do 1980 a idade de oitenta anos, leal representante das costumes e traballos da súa época. Coidador do gando do monte onde pasou a maior parte da súa vida vixiando os animais que libremente e de maneira salvaxe pastaban nos montes da parroquia de Labrada, por facer ese traballo ingresaba algún diñeiro para axudar na casa e sacar a súa familia cara adiante; home de pel curtida polo tempo e de xenio amasado polas pericias dese mesmo tempo. O Jesús facía honra do seu xeito de vida, do mundo gandeiro e labrego.
Na súa memoria:
O Jesús do Pablo.
24/06/1969. El Progreso.
"He aqui un auténtico “rodeo”, que puede equipararse a los mejores del “Far West”. Nos referimos a la tradicional “rapa das bestas’’. Esta vieja costumbre de “rapar” o esquilar los caballos en estado salvaje que habitan en gran parte norte de nuestra provincia, se repite cada año, en los meses de junio y julio. Labrada, parroquia montañosa del término municipal de Abadin, ha elegido este año el dia San Antonio de Padua para celebrar su “rapa”. Por Ccierto que el Santo Patrono, abogado del ganado y al que tanta devocion se le tiene en el agro, ha dispensado un dia muy agradable para la practica de esta faena, si bien un poco demorada, debido a la aparición de la niebla sobre las crestas del Xistral, Viveiró y otros puntos, donde los
equinos pastan tranquilamente. La niebla, hemos de recordar que es el peor enemigo para llevar a cabo los que pudiéramos llamar “rodeo”, esto es, localizar y bajar hasta el “curro” las yeguas. Pero hábiles y expertos hombres en el monte, como lo son los hermanos Diaz de Ro-
mariz, Bouso, 0 Jesús Rego Carballeira conocido con el sobrenombre de “Pablo de Labrada”, hicieron que importantes “greas” hayan sido acorraladas para ser “rapadas” y marcadas a fuego en el curro”’ de Macario de Labrada. Este curro esta a muy poca distancia de la carretera de Abadin a Cangas de Foz, a su paso por la mencionada parroquia de Labrada, en un paisaje de una belleza singular por sus grandes llanuras y pastizales naturales, asi como el adorno de grandes masas graniticas que aportan al paisaje lo que pudiéramos llamar ese complemento necesario para erigirlo en digno escenario de la mejor pelicula del Oeste.
equinos pastan tranquilamente. La niebla, hemos de recordar que es el peor enemigo para llevar a cabo los que pudiéramos llamar “rodeo”, esto es, localizar y bajar hasta el “curro” las yeguas. Pero hábiles y expertos hombres en el monte, como lo son los hermanos Diaz de Ro-
mariz, Bouso, 0 Jesús Rego Carballeira conocido con el sobrenombre de “Pablo de Labrada”, hicieron que importantes “greas” hayan sido acorraladas para ser “rapadas” y marcadas a fuego en el curro”’ de Macario de Labrada. Este curro esta a muy poca distancia de la carretera de Abadin a Cangas de Foz, a su paso por la mencionada parroquia de Labrada, en un paisaje de una belleza singular por sus grandes llanuras y pastizales naturales, asi como el adorno de grandes masas graniticas que aportan al paisaje lo que pudiéramos llamar ese complemento necesario para erigirlo en digno escenario de la mejor pelicula del Oeste.
CORTE DE CRINES Y MARCA A FUEGO
Una vez reclutadas las. “cabezas” necesarias y después de andar a pie o a caballo sesenta o setenta kilémetros, los asistentes y los protagonistas humanos de la “rapa” proceden a reponer energias, para lo cual no se regatea en llevar una suculenta comida campestre, que en esta ocasión la hemos degustado en uno de esos prados que Macario Gomez, dueño del “curro” donde se celebraría la “rapa”, tiene en las inmediacionés del rio Xestide, que a médida que se prolonga hacia la costa será el Masma, unido al Tronceda en Mondoñedo. No falta enl a comida el jamón de Labrada, Cuadramón, Montouto, Gontán o cualquier otra parroquia, que por su calidad no lo supera el mejor serreno. El lacón de esta comarca luguesa es igualmente suculento y apetitoso. Nosotros una vez más hemos “catado” su sabor junto al alcalde de Abadin, que asistió a la “rapa”, no en misión oficial, sino como hombre enamorado de su tierra y de cuanto en ella es tradicional. Al buen lacón o a la rica empanada se le acompaña con el buen tinto, que en la taberna de “Fieitina”, no necesita de nevera que lo refresque.
Tras un reposo breve de la comida, mientras se narran las aventuras y desventuras habidas en el monte, viene la “rapa” o corte de crines y colas de las caballerias. Esta arriesgada faena se lleva a cabo unas veces en cuadras y otras al aire libre, en pleno “curro”, son, sin duda, hombres expertos, los cortadores que tienen que abrazarse a la bestia salvaje, pera lograr un “corte de pelo” casi perfecto. Normalmente, las reses se “rapan” cada dos años, puesto que es el tiempo necesario para el crecimiento de las crines. Cada yegua aa unos 200 gramos de crines que se cotizan a unas ciento cincuenta pesetas kilo, que muchas veces encuentran en el mismo “curro” el comprador. Pero, en muchos casos, estas crines son utilizadas por los mismos propietarios de “bestas” para la confeccion de colchones, puesto que las crines son una materia prima de alta calidad.
Después de la “rapa” viene la marca de reses. Sabido es que los caballos, al igual que cualquier ganaderia, llevan la marca a fuego, que suelen ser las iniciales de su propietario. Dicha huella es permanente. Hay marcas que datan de hace mas de doscientos años, y que siguen invariables, fieles a la tradición de nuestras gentes del campo. Precisamente hemos visto, como un destacado ganadero de aquella comarca, que posee gran numero de cabezas de ganado equino, utilizaba una marca de hierro, cuya plantilla conservan desde hace mas de cuatro generaciones. Para marcar, se enciende una hoguera al aire libre que calentará los hierros que valen de marca. Una vez en estado candente, se cogen a lazo las yeguas a marcar, generalmente potras de quince meses; una vez derrivadas y debidamente sujetas, se transporta la marca desde la hoguera, y se ciñe sobre la piel de la
res. Unas veces sólo en el anca, y otras también sobre la paletilla o lacón. Después de un minuto o dos, de “tatuaje”, la huella de la marca descubre la piel del animal, proporcionando el
clasico olor a quemado y el consiguiente tormento para la res brava,, que tiene que claudicar ante la experiencia y valor de los “rapadores”.
res. Unas veces sólo en el anca, y otras también sobre la paletilla o lacón. Después de un minuto o dos, de “tatuaje”, la huella de la marca descubre la piel del animal, proporcionando el
clasico olor a quemado y el consiguiente tormento para la res brava,, que tiene que claudicar ante la experiencia y valor de los “rapadores”.
Viene luego la suelta de ganado y también las peleas entre los “marañones” (sementales que
vienen tocando a más de cien yeguas cada uno), y que son los jefes de la “grea” o rebaño. Estas peleas, son espectaculares, ya que los caballos ponen todos los medios de ataque y defensa en accion, y se quedan a veces apoyados solamente en las patas traseras, dando la impresion de que se bastan sólo con ellas para simular un abrazo amistoso, cuando en realidad se trata de una agresión debida a los celos.
vienen tocando a más de cien yeguas cada uno), y que son los jefes de la “grea” o rebaño. Estas peleas, son espectaculares, ya que los caballos ponen todos los medios de ataque y defensa en accion, y se quedan a veces apoyados solamente en las patas traseras, dando la impresion de que se bastan sólo con ellas para simular un abrazo amistoso, cuando en realidad se trata de una agresión debida a los celos.
UN GUARDADOR POPULAR: “PABLO DE LABRADA”.
Don Jesus Rego Carballeira, más conocido por “O Pablo de Labrada”, asiste, ; ¡como no!, a la “rapa”. Es hombre simpático, que se presta al diálogo. Nos pusimos a hablar, y nos dice que tiene 74 años y que es guardador de ganado, pero con caracter profesional.
Le preguntamos:
_ ¿Recuerda-usted, siempre “a rapa”?
—Siempre, pues aunque tengo ahora 74 años, la verdad es que siempre la recuerdo, y siempre me han hablado de ella mis antepasados.
—¿Hay mas yeguas ahora o era antes cuando abundaban más?
— Agora son mais as bestas que hay no monte” —nos dice.
Y al parecer, según él, los montes de Abadin y Cuadramon-Valle de Oro, tienen muy buen ganado. En especial —dice — Viveiro del término de Muras; Marzán y Testelo de la parroquia de Labrada.
—¿Cuantos kilémetros hace usted diariamente?
—Ando sobre unos treinta kilómetros. Pero todo a pie, ya que nunca monto a caballo. El dia que mas anduvo en estos últimos tiempos ha sido desde el Viveiró a la “Pena d’o Seixo” (Xistral). Una recorrido equivalente a unos 60 kilómetros.
—Puede usted citar a los mejores “rapadores” de la comarca?
—Diaz y Bouso de Romariz son los mejores.
—¿Cuanto Valía una yegua cuando usted era joven?
—Unas 25 pesetas, y un potro, sobre 7,50 pesetas, ahora, puede llegar a valer una yegua unas 13.000 pesetas y un potro “quinceno” bueno, unas 6.000 pesetas. Ya vemos la diferencia del tiempo...
— Usted como hombre que siempre anduvo por e] monte, ¿vió muchos lobos?
— Si, me encontré muchas veces con el lobo. En una ocasión he visto hasta 11 juntos, en una manada. Pero nuncia me atacaron.
— Si, me encontré muchas veces con el lobo. En una ocasión he visto hasta 11 juntos, en una manada. Pero nuncia me atacaron.
—¿Dónde hay más lobos, en esta zona?
—En “Costas d’o Sol” y “Fraga das Vigas” hay abundancia de estos bichos.
— ¿Cree usted que estos montes son forestales o ganaderos?
—Esta comarca, fue y seguira siendo ganadera, puesto que es muy rica en pastos y tiene muchas fuentes y riachuelos para que el ganado pueda abrevar. Tenemos zonas, como Marzan, Testelo, Montouto, Tremoal, etcétera, que son unos auténticos pastizales naturales, que permiten el sustento de muchos cientos de reses bravas. "E os pinos, xa os ve usté, que en vez de medrar, reben...".
Asi, con estas frases en gallego, “Pablo de Labrada”, una vez terminada “a rapa", cogió rumbo a la romeria del San Antonio con sus prismaticos, que son sus mejores amigos en el monte, ahorrándole a veces muchas kilómetros, sin que sus 74 años, ni el esfuerzo de ayudar a bajar las yeguas, hicieran mella en su estado fisico ni en el humor que aflora al rostro del veterano guardador. Pero antes, “Pablo”, me hizo un encargo, y me dijo:
“Nunca salin retratado en ningún diario, pero se é certo que usté me vai quitar no PROGRESO, mándemo, que llo ei de estimar”.
“Nunca salin retratado en ningún diario, pero se é certo que usté me vai quitar no PROGRESO, mándemo, que llo ei de estimar”.
Así lo haremos.
21/06/1970. El Progreso.
"Un nuevo año, y otra vez, el día 13 de junio (festividad de San Antonio, abogado del ganado), asistimos a “Rapa d’as Bestas” en Currubedo lugar de la parroquia de Labrada del término municipal de Abadín. Jornada, como en años anteriores, sumamente grata, ya que aparte de lo atrayente de la “rapa” tiene uno ocasión de charlar con gentes sencillas y acogedoras, como lo son, sin duda, las de estas montañosas tierras del norte del municipio de Abadín. Únicamente el tiempo, que ha sido lluvioso durante la tarde, se encargó de deslucir esta jornada que, de año en año, desde tiempo inmemorial, se viene repitiendo en distintos lugares del norte de nuestra provincia. “A rapas d’as bestas” es, sin lugar a dudas, una jornada de auténtica confraternidad y camaradería, en la que los ganaderos y guardadores exponen sus problemas, sus aventuras sobre este “rodeo”, que no nos cansamos de repetir, resulta tan enxebre como interesante, tanto en el aspecto turístico, como el ganadero, propiamente hablando. Después de una abundante y típica comida, en la que estaban presentes las partes más cotizadas del cerdo, que por ser de comarca montañosa, resulta doblemente exquisito, tampoco faltaba el buen vino, conservado en la mejor bodega natura, como lo es la taberna de Fieitiña, asentada allá por tierras próximas a nuestro Xistral, que con su frescor de alta montaña, parece refinar el bouquet del buen tinto llegado de la ribera de Puertomarín o Quiroga, o del clarete venido de tierras castellanas presto a intervenir como buen animador en esta fiesta tan galaica y de tan larga tradición familiar en nuestras tierras luguesas del Norte. Decíamos al principio de este reportaje, que las gentes más directamente relacionadas con la ganadería, que viven de ella y con ella, aprovechan “a rapa” para cambiar impresiones y exponer problemas candentes en torno a su “modus vivendi”, como lo es sin duda en esta comarca, la ganadería en estado salvaje, y en especial los equinos “bestas bravas”. Pues, bien, este año, nada más que arribar al “curro” las gentes de nuestra montaña comentaban y se lamentaban a la vez de los cuantiosos estragos que el lobo, como principal y más peligrosa ALIMAÑA, —así con mayúsculas— en estas tierras, está causando. No es cosa nueva que este salvaje y sanguinario animal se cebe en la cabaña, y muy especialmente, en esta época del año, en los tiernos potros, o en los no menos indefensos terneros, recién nacidos por las "Veigas del Tremoal" o en las estribaciones del Xistral. Sin embargo, la novedad más desfavorable y comentada por las gentes ganaderas de Abadín y comarcas limítrofes, es la prohibición de monterías con armas de fuego. Claramente, que, como nos dirán seguidamente varios vecinos entrevistados, entre ellos el alcalde de Abadín, una montería sin armas de fuego, es algo así como un coche sin gasolina.
D. Jesús Rego Prieto, "O Pablo de Labrada”.
Uno de los más populares hombres del monte, en estas tierras de Abadín,
es el veterano guardador de ganado, D. Jesús Rego Prieto, más
conocido por "O Pablo de Labrada". Hombre con 76 años de edad, curtida
su piel por las fuertes brisas de las Sierras de Montouto y del Xistral,
que presenta un aspecto de buena salud y conserva unas grandes
facultades físicas. “O Pablo de Labrada”, que diariamente anda en el
monte, nos dice algunas cosas, que por su edad ya tienen cierto carácter
de historia.
— ¿Cuantos años lleva de “oficio”?
—Diga
que llevo 65 años guardando ganado, y recorriendo de punta acabo todos
los montes de esta comarca, pues ando diariamente unos 20 kilómetros,
cuando menos.
— Recuerda vd que se hayan prohibido las monterías con escopetas?
—No, hasta este año que aunque no se han prohibido las monterías, se puso la importante dificultad de prohibir las armas de fuego en las mismas.
— Recuerda vd que se hayan prohibido las monterías con escopetas?
—No, hasta este año que aunque no se han prohibido las monterías, se puso la importante dificultad de prohibir las armas de fuego en las mismas.
— ¿Crée vd que son indispensables estas batida para no poner en peligro la riqueza ganadera de esta zona montañosa?
—Pues,
creo que esto de la prohibición de armas de fuego, no es para tomarlo a
broma, y añade “O Pablo” en lengua vernácula: “Que naide pense que o
lobo se pesca a minoca, nin que se pode matar con cayado”...
Este hombre que anda siempre en el monte, pues esa es su vida, hace
notar que estas alimañas, y no piezas de caza mayor, en este caso
concreto, proliferan enormemente de año en año, y que resultan sumamente
nocivas para el capítulo ganadero, que como se ha dicho antes es la
columna vertebral de la economía de estas comarcas.
—Qué pediría vd a la superioridad para combatir al lobo?
—Que concedan a nuestro alcalde plena autonomía para gobernarnos, que él bien sabe lo que tiene que hacer en este aspecto, por conocer el problema tan bien como nosotros, ya que aparte de ser nativo, asiste a todas las monterías y “rapas”.
—Que concedan a nuestro alcalde plena autonomía para gobernarnos, que él bien sabe lo que tiene que hacer en este aspecto, por conocer el problema tan bien como nosotros, ya que aparte de ser nativo, asiste a todas las monterías y “rapas”.
—Alguna cosa más quisiera vd decir?
"O Pablo de Labrada" queda pensando, y recuerda la entrevista que le hicimos hace ahora un año, — y agrega—
"Tamén teño que decirlle que desde o ano pasado, non medraron nada os
pinos da repoblación forestal...". Y con estas palabras siempre alusivas
a algo que él cree que hay que mencionar por este o aquel motivo,
cerramos nuestra charla con este viejo y ágil vaquero, nacido en Labrada
y cuya vida no tiene otro escenario que las crestas montañosas que
cobijan tantas y tantas cabezas de ganado, pero que también protegen la
acción destructora y sanguinaria de esta bestia, que nos ha ocupado la
mayor parte de nuestro reportaje, EL LOBO.
D. Daniel Ares González, "monteiro mayor".
Después de cerrar nuestra
entrevista con el alcalde charlamos con Daniel Ares González, vecino de
Labrada, y que es el capitán, por decirlo así de las monterías, ya que
ostenta desde hace 20 años el cargo de "monteiro mayor", y es el quien
se encarga de que las armas de fuego que se venían utilizando con
óptimos resultados en las monterías, sean debidamente controladas y que
no se haga un solo disparo que no vaya dirigido al lobo o a alguna otra
alimaña, que pudiera presentarse en el campo de acción.
—¿Cuántas monterías habrá dirigido vd?.
—Más de cien, ya que todos los años se celebran más de cuatro, y con grandes resultados.
— ¿Cuántos lobos habrán cobrado en esas batidas que antes citamos?
— Por lo menos unos cincuenta.
— ¿Estima vd que deben seguir celebrándose las monterías con armas de fuego?
— Desde luego, ya que el lobo no suele dejarse atrapar por el lazo ...
— ¿Son importantes las pérdidas por esta alimaña?
— Muchísimo, sobre todo en esta época del año, en que suele cebarse
matando las crías de las yeguas montaraces "bestas bravas", así como las
bajas que ocasiona en el ganado vacuno y ovino.
— ¿Tiene vd esperanza en que vuelvan a autorizarse las monterías con armas de fuego?
—
Debido a lo indispensable que resulta en esta zona, creo que la
superioridad se hará cargo del problema que se ha planteado, y que
volverá a autorizar esta forma de combatir al lobo, tan eficaz como
necesaria, con el fin de no poner en serio peligro la riqueza ganadera
de esta comarca y sus limítrofes, por eso de no incluir al lobo en la
lista de alimañas, cuando en realidad aquí la es, y de las peligrosas.
— ¿Cuántas escopetas son necesarias para una montería mediana?
— Con unas 30 o 40, son suficientes, aunque se llegaría a resolver con menos.
— ¿Algo más?
— Solamente pedir en nombre de todos los ganaderos de esta comarca y en el mío propio, que nos concedan ese permiso tan añorado como indispensable de utilizar en las monterías, que dicho sea de paso urge organizar, las armas de fuego, con el fin de combatir el lobo con ciertas garantías, ya que de lo contrario acabarán con la cabaña primero; y con nosotros, después.
D. Manuel Díaz Carracedo, o "Manuel do Díaz".
Uno de los mas destacados ganaderos de Abadín, es D. Manuel Díaz Carrocedo, vecino de la parroquia de Romaríz, y es quien seguidamente expone su opinión respecto a la situación planteada.
—¿Cuántos años hace que tiene vd ganado?
—Bueno, es una larga tradición familiar esto del ganado en estado salvaje, concretamente,
creo que habrá más de 150 años que hay “bestas bravas” que llevan la marca de la casa.
—¿Estima vd que el ganado montaraz tiene un peligroso enemigo en el lobo?
—Bueno, es una larga tradición familiar esto del ganado en estado salvaje, concretamente,
creo que habrá más de 150 años que hay “bestas bravas” que llevan la marca de la casa.
—¿Estima vd que el ganado montaraz tiene un peligroso enemigo en el lobo?
—¡Enemigo público número uno!, dice sin titubear, Díaz.
—Tenemos entendido, y así lo han manifestado vecinos de esta comarca, que se les ha planteado un serio problema, al no autorizarles la superioridad, el uso de armas de fuego en las monterías. ¿Qué dice vd de esto?
—En principio diré que una montería sin escopetas, u otras armas de fuego, resulta nula y es perder el tiempo en organizarla. En caso de que no podamos contar, en breve plazo, con dicha autorización, los vecinos de las parroquias montañosas de los municipios de: Abadín, Muras, Germade, Villalba, Orol, Mondoñedo, Valle de Oro, Alfoz, Vivero y Jove, creo que podremos emigrar a otras latitudes, toda vez que la ganadería, tanto caballar como bobino, en estado salvaje, es la piedra angular de nuestra riqueza y, por tanto, de nuestra manera de vivir.
—¿Qué estragos calcula vd que ocasiona esta alimaña al cabo del año, en este municipio?
—Yo creo que hay que estimar los daños anuales, no sólo en el municipio de Abadín, sino en las comarcas limítrofes, en un millón de pesetas por año. Desde luego, estimamos que, efectivamente, hay que ir otra vez a las monterías, como se venía haciendo hasta hace poco.
D. Pedro Fernández Carreiras, alcalde de Abadín.
D.
Pedro Fernández Carreiras, es un alcalde, al que podíamos llamar el
alcalde de la sencillez. Como tantos otros paisanos, se encontraba en el
“curro” de Currubedo, pasando una gran jornada, ya que es persona que
vive el campo y todo cuanto se relacione con las actividades agrarias y
ganaderas. Nosotros, por ser él, quien rige, desde hace bastantes años,
los destinos de este amplio municipio de Tierrallana hemos querido
formularle unas preguntas relacionadas con este serio problema que
afecta a las parroquias de Labrada, Romaríz, etc. en el municipio de
Abadín, así como a otras limítrofes de los municipios de Valle de Oro,
Alfoz, Muras, etc.
— ¿Cómo marcha la ganadería en estado salvaje, y en especial “as bestas bravas"?
— Según mi opinión, el ganado salvaje en el municipio, es la principal fuente de riqueza, en especial, en la mitad norte, que hay que hacer extensiva a los ayuntamientos limítrofes. Si no fueran dos factores importantes —uno inevitable como lo es la dureza del clima— otro, el más importante, fácilmente evitable, si no fuese por esa desacertada decisión de las Cortes Españolas, por lo que respecta a este municipio, concretamente en materia ganadera —creo yo— y sin que me oponga a dicha decisión de excluir de la lista de alimañas al feroz lobo, que no sólo extermina en gran parte nuestra ganadería, a veces no sólo con el fin de alimentarse, sinó por su instinto de matar, y que me perdone el señor De la Fuente por estar en desacuerdo con su opinión. Y quiero con estas manifestaciones hacer constar que no soy propietario de ningún ganado en tal estado salvaje, pero conozco a fondo las necesidades de mi municipio.
— ¿Qué medida sugiere Vd como rector de los destinos de este municipio ganadero, para defender la ganadería, que es como antes manifestábamos la principal fuente de riqueza de esta comarca?
— Según mi opinión, el ganado salvaje en el municipio, es la principal fuente de riqueza, en especial, en la mitad norte, que hay que hacer extensiva a los ayuntamientos limítrofes. Si no fueran dos factores importantes —uno inevitable como lo es la dureza del clima— otro, el más importante, fácilmente evitable, si no fuese por esa desacertada decisión de las Cortes Españolas, por lo que respecta a este municipio, concretamente en materia ganadera —creo yo— y sin que me oponga a dicha decisión de excluir de la lista de alimañas al feroz lobo, que no sólo extermina en gran parte nuestra ganadería, a veces no sólo con el fin de alimentarse, sinó por su instinto de matar, y que me perdone el señor De la Fuente por estar en desacuerdo con su opinión. Y quiero con estas manifestaciones hacer constar que no soy propietario de ningún ganado en tal estado salvaje, pero conozco a fondo las necesidades de mi municipio.
— ¿Qué medida sugiere Vd como rector de los destinos de este municipio ganadero, para defender la ganadería, que es como antes manifestábamos la principal fuente de riqueza de esta comarca?
—Me remito a la pregunta anterior, y me permito sugerir que debían
autorizarse las monterías, como se venían haciendo hasta la fecha, esto
es utilizando armas de fuego, por entender que expresamente la Ley de
Caza, dice que en aquellas zonas donde el lobo cause grandes daños en la
ganadería, debe perseguirse de una manera controlada. También quiero
decir que nuestros montes, auténticas praderas naturales, en las que se
crían muchos miles de toneladas de carne, podrían producir mucho pasto.
Naturalmente, de acuerdo con el Patrimonio Forestal del Estado, se
podrían hacer quemas parciales en aquellos terrenos consorciados, donde,
¡naturalmente!, no exista repoblación forestal, toda vez que de todos
es sabido que los montes de Galicia, particularmente los de esta zona,
necesitan una gran cantidad de cal, complemento que podría serles
aportado, con cargo a una subvención estatal, e incluso con la ayuda
económica del propio municipio. En este caso, podría casi asegurar
que la emigración de los jóvenes de este ayuntamiento quedaría
extinguida totalmente, por estimar que nadie se consideraría pobre.
—¿Algo más?
— Agradecer nuevamente a EL PROGRESO, defensor siempre de los intereses de nuestra provincia, esta nueva oportunidad que me brinda para exponer mi opinión, respecto a las preguntas formuladas, así como mi deseo de que mis colegas limítrofes compartan mi opinión, sobre este complejo problema que se nos plantea para seguir combatiendo al lobo como alimaña causante de importantes pérdidas en las ganaderías bravas de estas tierras".
— Agradecer nuevamente a EL PROGRESO, defensor siempre de los intereses de nuestra provincia, esta nueva oportunidad que me brinda para exponer mi opinión, respecto a las preguntas formuladas, así como mi deseo de que mis colegas limítrofes compartan mi opinión, sobre este complejo problema que se nos plantea para seguir combatiendo al lobo como alimaña causante de importantes pérdidas en las ganaderías bravas de estas tierras".
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