"Según Costa — Costa habla en europeo, pues quería, ¡malpocado!, europeizar a España — es mal negocio ser español.
En efecto, es un negocio detestable la condición de la nacionalidad hispánica para entrar en el mundo civilizado; en Europa o en América.
Parodiando a Costa en sentido español, puede afirmarse que es un negocio ruinoso el ser gallego dentro de España. Y aun puede irse más allá, puesto que es preferible ser súbdito del Majzen a ser natural de Galicia.
Aclaremos este último punto. Nosotros, los celtas, los gallegos, somos la raza selecta de la Península ibérica. Tan así que insconcientemente, sin reconocerlo en expresión pero con reconocimiento tácito, España entera tiene a los gallegos en primera categoría. Los políticos más sutiles son nacidos en el solar celta. Los mejores artistas, los más exquisitos poetas, la dilección de los pensadores en Galicia nacieron. Y si piensan, hablan y creen en castellano o
en español, no es porque estén compenetrados íntimamente con Hispania o con Castilla, sino porque su temperamento de adaptables y sus conveniencias personales les hicieron entregarse al enemigo de Galicia.
España, que no ha sabido colonizar nunca, en ninguna parte, tuvo habilidad bastante para desgalleguizar a Galicia. A fuerza de coacciones, de persecuciones y de dádivas, el espíritu domador de la meseta se adueñó del tesón de Breogán. Y hasta que unos poetas primero y unos apóstoles después — todo ello reciente — se empinaron sobre las crestas de nuestras montañas para decirles a los gallegos, que Galicia es nación, la hegemonía española tuvo tal
arraigo que incluso llegó a considerar inculto el idioma galiciano. España, para avasallar a Galicia, no vaciló en la pretensión de sepultar al idioma que es madre del idioma oficial del Estado español.
Mas los tiempos, gracias a los poetas precursores y a los apóstoles actuantes, han cambiado radicalmente. Tan definitivo es el cambio que hoy no existe un galego consciente de su personalidad étnica que no esté convencido del mal negocio que significa la condición de gallego dentro del Estado hispánico.
Por que los gallegos ven que incluso el ser africano del Riff, constituye ventaja sobre la cualidad de gallego. Como no somos leídos, los naturales de esta tierra advertimos que a los hombres que son partidarios del Abd-el-Krim y del Raisulí se les trata por el Estado español mejor que a los hijos de Galicia.
La literatura española califica de rebeldes a los que forman en las jareas enemigas africanas. Y esa misma, literatura declara que en obras públicas se invierten cantidades fabulosas para beneficiar materialmente, a los llamados rebeldes.
El estado llano español — y con el estado llano los gerentes del Estado — tienen a los gallegos por sumisos, por entregados. Y como a sumisos y a entregados se nos trata. Y al tratamos así, no solo se nos befa, sino que se nos roban ventajas y mejoras a las que tenemos pleno derecho.
¿Que por qué no se ha dictado la ley de abolición de foros? ¿Que por qué se persigue, sañudamente, a las organizaciones agrarias. Que por qué no se arregla el puerto de Vigo? ¿Que por qué no se resuelve en Madrid — qué resolver!, ni siquiera se intenta la
solución de ninguno de los grandes problemas que afectan a la vida de Galicia?
Pues, sencillamente, porque en la tierra celta no aparece el Abd-el-Krim o el Raisulí que exija, airadamente, justicia al Estado español.
Desde Xan das Mariñas y el mariscal Pardo de Cela acá — ¡vaya un salto secular! — no ha habido en Galicia un latido violento de personalidad nacional. Y es por eso por que, dentro del Estado español, se cotiza mejor la condición de africano enemigo que la de gallego adicto".
Manuel LUSTRES RIVAS
(1)_ Heraldo de Galicia: Periódico Consagrado a los Intereses del Pueblo Galiciano y Paladín de la Colonia Gallega en Cuba.
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