A la Graña de Villarente, 487 maravedis.
A Moncelos, 706.
A Quende y Gontán, 120.
A Candia y Varoncelle, 991.
A Castromayor, San Pedro das Goas y Aldige, 876.
A Labrada, Espiñarcao, Romariz, Fanoy y Frayas, 1.272.
A Concejo de Villarente, 2109.
A Abadín, 495 maravedis.
...
(Eduardo Lence Santar y Guitian. Cronista Oficial de la Ciudad).
El párroco D. Ramón María Silva, tuvo tiempo de subir á su habitación por una escalera que hay en la misma cocina, y cogiendo una carabina que tenia cargada, se puso en guardia en la misma escalera. Su ama de gobierno tomó la misma dirección , y el criado y la criada se introdujeron por una puerta que va á la cuadra, dejando á los ladrones, que en número de seis, habían entrado ya, solos y sin mas luz que la del hogar. Uno de ellos, que era al parecer el capataz y mas valiente, comenzó á llamar al párroco con imprecaciones y palabras obscenas, y se acercó á la escalera, abriendo la puerta; entonces disparó aquel sobre éste, con tan buen acierto, que le dejó tendido en el suelo. Se oyó luego decir: <<botaos fuera que somos perdidos,>> y se advirtió, que habiéndose salido precipitadamente, conferenciaban en la era, y discutían si sacarían el muerto, y de qué manera le conducirían á un punto donde pudieran ocultarle, para no ser descubiertos por las relaciones que con él tenian. El párroco, con serenidad y valentía , habia vuelto á cargar su arma, y disparó segunda vez por una ventana para pedir ausilio; y este segundo tiro dio á entender á los ladrones el riesgo que corrían permaneciendo en aquel sitio, por cuya razón se marcharon, abandonando el muerto y
los despojos de aquella batalla. El criado José Gayoso, cuando echó de ver que había cesado la conversación en la era , y que todo estaba tranquilo y en silencio , salió de su escondrijo, y á pocos pasos tropezó con el muerto. No fue esto lo peor, sino que su amo se disponía á descargar sobre él, creyéndolo uno de los ladrones, cuando se dio á conocer, diciendo : <<¡señor, señor, aquí hay un muerto!>> Entonces encendieron una cerilla, reconocieron toda la casa y la fractura de la puerta principal, sin otra novedad, hasta la mañana que se dio parte al alcalde, el cual vino á levantar el cadáver é instruir las primeras diligencias. Tenia el difunto el rostro tan tiznado y desfigurado, que nadie le conocía; pero habiéndole lavado con agua y jabón , resultó ser Antonio Otero, de la inmediata parroquia de Abadin , de edad de 28 años, casado con Benita Paz , y de oficio labrador.
En los bolsillos se le encontraron tres fósforos de llama y una navaja grande, y á un lado una carabina cargada con siete grandes postas esquinadas y tiro doble de pólvora fina. La chaqueta, chaleco y pantalón que vestía, resultaron ser de su cuñado Pascual Parga (a) Carral, natural de la misma parroquia de Víllarente, avecindado hacia un año en la de Abadin, y de oficio jornalero. La carabina era de Juan Díaz, labrador de la misma parroquia de Abadin. Estos dos con Antonio Diaz, hermano del Juan, Francisco Maceda y Julián Fernandez (a) el Espósito, fueron los compañeros del Otero en el asalto de la casa y conato de robo: la opinion pública los indicó al momento como cómplices por sus reuniones nocturnas, conducta sospechosa, amistad y relaciones de parentesco: fueron presos los cuatro, habiéndose fugado el Espósito; y aunque todos ellos negaron el delito, hubo, sin embargo, indicios y pruebas suficientes para que el
inferior condenase por sentencia de 14 de diciembre de 1844 al Parga y Juan Diaz á tres años de presidio; al Espósito á cuatro en rebeldía, y á Antonio Diaz y Francisco Maccda á dos.
Fundaron sus defensas los reos en que no habia delito, ni mas hechos comprobados que la muerte del Antonio Otero, inculpando al párroco que la habia causado. El ministerio fiscal apoyó la acusación contra los reos en el asalto de la casa y violencia de la puerta; en el disfraz de Antonio Otero y arma cargada que se encontró á su lado; y dedujo la complicidad de los acusados de su mala conducta, reuniones sospechosas, relaciones y parentesco con el muerto, robos anteriores que unidos resultaba habían
cometido, las ropas del disfraz que identificadas resultaron ser del Parga y la carabina del Juan Díaz, y otra porción de indicios que prepararon la confirmación de la sentencia por acuerdo de la sala, primera en 11 de abril último.
El párroco salió absuelto de culpa y cargo, y en su abono espuso el ministerio fiscal lo siguiente; <<¿Cuál hubiera sido la suerte del párroco y sus domésticos á no haber tenido tanto valor y arrojo? No solamente está libre de responsabilidad, pues que las leyes divinas y humanas recomiendan como natural la defensa propia, sino que en concepto del ministerio público ha sido laudable su decisión y denuedo. ¡Ojalá fuese
imitada la conducta del párroco de Villarente en los casos como este que con tanta frecuencia se repiten en este pais, ya que por las vías legales no es posible acabar con semejante vandalismo!,>>
Interpusieron súplica los reos, y aunque el fiscal fue de opinión que no debia admitirse, por haber dos sentencias conformes, la sala, no obstante, la admitió por haberse variado la del inferior, respecto de algunos testigos que venian penados, siendo el resultado definitivo que por la revista dictada el 14 del corriente, se confirmaron las anteriores, aumentando un año mas de presidio á Pascual Parga y Juan Diaz".
10/06/1909.
Nace nesta parroquia o ilustre escritor, D.Aquilino Iglesias Alvariño.
24/08/1909. El Eco de Galicia.
"Hace algunos días que fué robada la casa de Andrés Folgueira, vecino de la parroquia de Villarente,
en el ayuntamiento de Abadín, habiendo sido violentada la puerta por
los ladrones, que se han llevado cuanto encontraron a mano.
Entre las faltas advertidas figuran varios objetos del servicio de la
caesa, cinco tablas de castaño, seis libras de lana, y algunos aperos de
labranza, pues los cacos han dispuesto de tiempo preciso para llevarse
todo eso.
Avisada la benemérita de Cospeito, después de activas pesquisas, logró
detener como presuntos autores del roba a Manuel Lanzós Pena de 47 años
de edad, labrador, y vecino de la citada parroquia, y a sus dos hijos Pedro y Constantino Lanzós Valle, de 13 y 14 años de edad respectivamente.
Sobre estos recaen vehementes sospechas por lo cual fueron entregados con el atestado correspondiente a disposición judicial ".
10/02/1924. El Correo de Galicia: órgano de la colectividad gallega en la República argentina.
"Ha sido nombrado en propiedad cartero de San Juan de Villarente, con la obligación de recoger y entregar en Abadín y servir a Moncelos, Corbite y Baroncelle, con 562,50 pesetas de sueldo anual, Sivestre Rodriguez González, declarándose cesante a Silvestre Rodriguez Iglesias, que lo desempeñó hasta la fecha".
29/01/1928. El Heraldo Gallego.
" Por el juez instructor del regimiento de infanteria de la Reina, de
guarnición en Córdoba, se cita a comparecer dentro del plazo de 30 dias a
Antonio Otero García, natural de Villarente (Abadín), contra cuyo
sujeto se sigue expediente por haber faltado a concentración".
18/06/1929. El Noticiero Gallego.
"Escuela mixta, vacante; Villarente, de 372 habitantes".
17/06/1930. El Pueblo Gallego.
24/01/1931. El Pueblo Gallego.
"El comandante del puesto de la Guardia Civil de Cospeito da cuenta al
Gobierno Civil de la provincia, de que en virtud de una orden del
alcalde de Abadín, se presentó en un monte denominado Baliño, sito en la parroquia de Villarente, sorprendiendo en el expresado monte, dedicados a la corta de leña, a numerosos vecinos.
Preguntados por qué cortaban leña en aquel bosque, manifestaron que
puesto que los de la inmediata parroquia de Graña lo hacían, ellos
podían cortar leña con mayor motivo por vivir en el punto donde se halla
enclavado.
Se les hizo saber que nadie puede hacer cosa semejante hasta que las
autoridades resuelvan y se les ocuparon las herramientas con que
trabajan, pasando a disposición de la autoridad judicial del término".
01/04/1931. El Pueblo Gallego.
"Salió para Lugo, donde se propone pasar la Semana Santa, la señorita
Lolita Noriega, hija del poeta de la montaña don Antonio Noriega
Varela".
28/01/1933. El Pueblo Gallego.
"En Villarente del término municipal de Abadín, le robaron de un pajar varias herramientas de carpintero a Benito Castiñeira.
Este
denunció lo ocurrido a la Guardia Civil del puesto, la que practico
averiguaciones y llegó a ocupar algunos de dichos útiles, a Jesús Paz,
vecino de Corbelle, en el Ayuntamiento de Pastoriza".
04/06/1947. El Progreso.
"El día 31 del pasado mes ha tenido lugar en esta parroquia la conducción del cadáver al cementerio del joven don Aniceto-Nivardo Castro Enríquez y a continuación solemnísimos funerales por el eterno descanso de su alma.
El extinto, por sus dotes de bondad y caballerosidad tanto en su vida particular como en su época estudiantil, le granjearon las simpatías de todos cuantos tuvieron la oportunidad de conocerle y tratarle, como lo ha demostrado la multitud de personas que acompañó al cadaver a su última morada de todos los ayuntamientos limítrofes de la Montaña y de la Tierra Llana, así como de varias villas y ciudades de la provincia.
Es incalculable el número de cartas y telegramas de pésame que aún continúan recibiendo los familiares del extinto.
Una de las pruevas de las muchísimas simpatias con que contaba el finado lo evidencia la cantidad de coronas y otros recuerdos que le ofrendaron sus amistades.
El cadaver fué transportado hasta el cementerio parroquial por familiares del fallecido, y las cintas eran llevadas por don Jesús Carballeira Morado, compañero de bachillerato; don Amancio Iglesias Fernández, estudiante; don Feliberto Díaz González y don Pedro Maseda Freire, maestros nacionales.
El duelo estaba presidido por su padre, su tío don Aniceto Castro López y su amigo don Arsenio Iglesias Balsa, oficial primero del Ayuntamiento de Abadín a los que seguían una representación, gran número de maestros y compañeros de bachillerato, médicos de la localidad y pueblos limítrofes y muchísimas personas, según queda dicho.
Reciban sus afligidos padres, hermana y demas deudos nuestra más sincera condolencia rogando al Todopoderoso les conceda la suficiente resignación para sobrellevar tan irreparable pérdida, y le haya concedido su eterno descanso".
"Se proyecta un homenaje a la memoria de Iglesias Alvariño.
Aquilino Iglesias Alvariño, natural de la parroquia de San Juan de Villarente, en el municipio de Abadín, fué un ilustre poeta, filólogo, catedrático y académico, que, pese ha haber fallecido en temprana edad, ha dejado una gran labor literaria y de investigación linguística del gallego.
El alcalde de Abadín y la Corporación que preside abrigan la idea de organizar un homenaje a la memoria del hombre, que al prestigiar su propio nombre, prestigió también las tierras que lo vieron nacer. No debe olvidarse que su primer libro Señardade ha sacado su principal temática precisamente de las tierras de Abadín, de sus costumbres, de sus paisajes, etcétera.
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